miércoles, 20 de febrero de 2019

Ejemplos poemas modernistas

Resultado de imagen para ruben dario"Sonatina", de Rubén Darío
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,      

y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor.
Parlanchina, la dueña dice cosas banales,
y vestido de rojo piruetea el bufón.       
La princesa no ríe, la princesa no siente;
la princesa persigue por el cielo de Oriente
la libélula vaga de una vaga ilusión.
o en el que ha detenido su carroza argentina
para ver de sus ojos la dulzura de luz?
¿O en el rey de las islas de las rosas fragantes,
o en el que es soberano de los claros diamantes,
o en el dueño orgulloso de las perlas de Ormuz?
quiere ser golondrina, quiere ser mariposa,
tener alas ligeras, bajo el cielo volar;
ir al sol por la escala luminosa de un rayo,
saludar a los lirios con los versos de mayo
o perderse en el viento sobre el trueno del mar.
ni el halcón encantado, ni el bufón escarlata,
ni los cisnes unánimes en el lago de azur.
Y están tristes las flores por la flor de la corte,
los jazmines de Oriente, los nelumbos del Norte,
de Occidente las dalias y las rosas del Sur.
Está presa en sus oros, está presa en sus tules,
en la jaula de mármol del palacio real;
el palacio soberbio que vigilan los guardas,
que custodian cien negros con sus cien alabardas,
un lebrel que no duerme y un dragón colosal.
(La princesa está triste, la princesa está pálida)
¡Oh visión adorada de oro, rosa y marfil!
¡Quién volara a la tierra donde un príncipe existe,
—la princesa está pálida, la princesa está triste—,
más brillante que el alba, más hermoso que abril!
en caballo, con alas, hacia acá se encamina,
en el cinto la espada y en la mano el azor,
el feliz caballero que te adora sin verte,
y que llega de lejos, vencedor de la Muerte,
a encenderte los labios con un beso de amor».

Resultado de imagen para Delmira Agustini"Cuentas de mármol", de Delmira Agustini
apagando mis sienes en frío y blanco ruego...
Engarzad en un gesto de palmera o de astro
vuestro cuerpo, esa hipnótica alhaja de alabastro,
tallada a besos puros y bruñida en la edad;                

sereno, tal habiendo la luna por coraza;
blanco, más que si fuerais la espuma de la Raza,
y desde el tabernáculo de vuestra castidad,
elevad a mí los lises hondos de vuestra alma;
mi sombra besará vuestro manto de calma,
que creciendo, creciendo, me envolverá con vos.
Luego será mi carne en la vuestra perdida...
luego será mi alma en la vuestra diluida...
luego será la gloria... y seremos un dios!
amor de estatuas, lirios, astros, dioses...
¡Tú me los des, Dios mío!
"Mis amores" ("Soneto Pompadour"), de Julián del Casal
Las vidrieras de múltiples colores,
Los tapices pintados de oro y flores
Y las brillantes lunas venecianas.
La canción de los viejos trovadores,
Los árabes corceles voladores,
Las flébiles baladas alemanas,
El sonido del cuerno en la espesura,
Del pebetero la fragante esencia,
En que deja la virgen hermosura
La ensangrentada flor de su inocencia.
La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
El jardín puebla el triunfo de los pavos reales.
¿Piensa, acaso, en el príncipe de Golconda o de China,
¡Ay!, la pobre princesa de la boca de rosa
Ya no quiere el palacio, ni la rueca de plata,
¡Pobrecita princesa  de los ojos azules!
¡Oh, quién fuera hipsipila que dejó la crisálida!
—«Calla, calla, princesa —dice el hada madrina—;
Yo, la estatua de mármol con cabeza de fuego,
—Amor de blanco y frío,
Amo el bronce, el cristal, las porcelanas,
Amo también las bellas castellanas,
El rico piano de marfil sonoro,

Y el lecho de marfil, sándalo y oro.      

Daniela Zapata Y Fany Morales                                

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